Lenguaje literal y figurado
La manera en que empleamos el lenguaje varía en función de nuestro contexto
y de lo que queremos expresar. Por lo regular, cuando hablamos o escribimos
tratamos de crear mensajes fáciles de entender. Para ello usamos el lenguaje literal , es decir,
aquel con el que se debe entender todo "al pie de la letra"
Cuando alguien te pregunta cómo debemos llegar a algún lugar, empleas el lenguaje literal
para darle instrucciones claras que tengan una sola manera de entenderse. También empleas
este lenguaje al redactar textos en los que se necesita claridad y exactitud, como los informes de experimento.
por otro lado, en el lenguaje figurado las palabras adquieren más de un signficado,
el literal (que siempre han tenido) y el novedoso que solo puede entenderse en su contexto.
Por ejemplo, la frase "¡Que bonito!" tiene un significado literal cuando nos referimos a un
objeto agradable a simple vista. Sin embargo, en determinadas situaciones es figurado, como
cuando tu mamá te pide que arregles tu cuarto y dos horas más tarde, al ver que no has hecho
nada, te dice "¡Que bonito cuarto!", refiriéndose a lo contrario de "bonito".
Cuando asociamos elementos de la realidad que a simple vista no tienen relación,
se usa el lenguaje figurado. Por ejemplo, si alguien dice "eres muy colmilludo", se refiere
a que eres bueno para algo por que tienes experiencia. La relación entre experiencia
colmillos alude a que animales como el león, el tigre y el lobo se vuelven grandes
cazadores en la vida adulta, y desarrollan unos largos y afilados colmillos que de cachorros
no tenían.
Usar el lenguaje figurado es renovar las palabras, ya que estas adquieren nuevos significados
aunque pueden generar confusión al lector, dan una impresión estática. Así, este lenguaje es
característico de estos textos pues lo más importante no es hablar con exactitud, sino transmitir
sentmientos y conmover al lector por medio de la palabra.